Uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir un purificador de aire es la capacidad de filtrado del dispositivo. Una tecnología común y efectiva para la eliminación de contaminantes es el uso de filtros HEPA.
HEPA es un acrónimo que significa «High Efficiency Particulate Air» (Alto Eficiencia en Partículas de Aire). Estos filtros fueron desarrollados durante la Segunda Guerra Mundial para proteger a los trabajadores de las bombas nucleares, y desde entonces se han utilizado ampliamente en aplicaciones médicas, industriales y para el hogar.
Un filtro HEPA es capaz de retener partículas microscópicas en el aire, como polvo, ácaros, esporas de moho y otros contaminantes. La mayoría de los filtros HEPA comerciales son capaces de retener partículas de 0,3 micrómetros o más pequeñas con una eficiencia del 99,97%. Esto significa que el filtro es capaz de capturar la mayoría de las partículas respirable que se encuentran en el aire, lo que lo hace ideal para personas con problemas respiratorios o alérgicos.
Además de la capacidad de filtrado, los filtros HEPA también son fáciles de reemplazar y mantener. Muchos purificadores de aire vienen con filtros HEPA desechables que pueden ser reemplazados cada 6 a 12 meses, dependiendo de la frecuencia de uso y la calidad del aire en el entorno.
En conclusión, los filtros HEPA son una excelente opción para la eliminación de contaminantes en el aire. Con una eficiencia de filtrado del 99,97% y una fácil reemplazabilidad, estos filtros pueden ayudar a mejorar la calidad del aire y proteger la salud de las personas. Al elegir un purificador de aire, es importante considerar la tecnología y la capacidad de filtrado, y optar por un dispositivo que incluya un filtro HEPA para obtener los mejores resultados.
Si quieres saber mas, aquí te dejo el artículo de como los purificadores te protegen del COVID